En el marco del mes del autismo, se realizó un Circuito Sensorial para los niños, niñas y adolescentes que asisten regularmente al espacio del DIMAD.
El equipo de profesionales, que depende de la Dirección de Discapacidad, trabajó en las distintas habitaciones de la Casita del Río, proponiendo experiencias de colores, olores y tacto con los pies y las manos.
El propósito fue estimular los sentidos y valorar su rol en la autorregulación, que en las personas que integran el espectro autista resulta de gran importancia.
Así, el recorrido ofreció distintas experiencias distribuidas en postas, donde a través de juegos y actividades cada niño y niña pudo explorar el gusto, el olfato, la audición, el tacto, la vista y también el movimiento fueron los protagonistas de la mañana entre risas y sorpresas.
Al finalizar la actividad se compartió un desayuno con las familias presentes.