Compartir

Hablemos de Autismo

Mitos y prejuicios
Mes del autismo
Mes del autismo

Llegar a un diagnóstico precoz y oportuno suele ser un camino sinuoso y cuesta arriba para muchas familias. Lo cierto es que cuando el diagnóstico se hace presente permite en la mayoría de los casos, ordenar la vida personal y familiar de quien lo detenta.

Sin embargo y lamentablemente, la odisea no termina allí: la persona con TEA y su entorno más íntimo deberán enfrentar todavía el desconocimiento y los mitos que perduran en la sociedad.

Conozcamos algunos:

Mitos Realidades
Vive en su mundo Vivo en el mismo mundo que vos, sólo que lo percibo de manera diferente. No soy indiferente a lo que pasa a mi alrededor.
No parece tener autismo. Mi autismo se manifiesta en mi conducta, a veces salto cuando estoy muy contento o aleteo mis manos . No está mal, hacerlo me hace sentir mejor.
Es una enfermedad. No estoy enfermo, por lo tanto no tengo de qué curarme. Solo
siento y pienso de otra manera.
Siempre quieren estar solos. Como cualquier persona me gusta tener amigos, pero muchas veces no sé cómo interactuar o iniciar una conversación
No pueden aprender a leer, sumar. Puedo aprender lo mismo que vos, tal vez me lleve más tiempo o necesite apoyo para lograrlo. Pero puedo hacerlo!
Están locos. ¡No lo estoy! dejemos de etiquetarnos con insultos o descalificaciones y nos respetemos como buenos amigos.
Tienen que estar en escuelas especiales sí o sí. Por favor no me discrimines, estar juntos en una misma aula te va a permitir conocerme y a mí me va a brindar oportunidades de crecer.
No se comunican. Sí lo hacemos, sólo necesitás estar más atento a mi comportamiento verbal y no verbal.
Tienen inteligencia elevada o discapacidad intelectual. Ninguna de las dos, cada persona con autismo es diferente. Cada uno puede desarrollar habilidades cognitivas específicas de su interés.
No tienen sentimientos. Sentimos, lloramos, reímos, nos enojamos, en ocasiones podemos tener dificultades para canalizar las emociones e identificar las de los demás pero con apoyo podemos lograrlo.
El autismo es sólo parte de la infancia. Es una condición que nos acompañará toda la vida, el diagnóstico precoz ayuda a adquirir más herramientas para desarrollar la vida social en la juventud y en la adultez pero también puede ser diagnosticado en esa etapa de la vida.